Hola, soy Esmeralda Andrés, terapeuta holística y mamá de cuatro hijos. Mi vida es un hermoso caos, lleno de retos y momentos en los que necesito una guía. Hoy quiero compartir algo muy personal: la diferencia entre el oráculo y el tarot, dos herramientas que han sido clave en mi camino.
El Oráculo: intuición y flexibilidad
El oráculo ha sido mi compañero más flexible. A diferencia del tarot, el oráculo no sigue un sistema estricto. Cada mazo de oráculo es único, con sus propios mensajes y energías. Para mí, usar un oráculo es como tener una conversación directa con mi intuición, algo que como madre he aprendido a valorar profundamente.
Hay días en los que solo necesito una palabra de aliento o una pequeña señal, y eso es exactamente lo que me ofrece el oráculo. Es un abrazo cálido en los momentos en los que dudo de mí misma, una confirmación de que mi intuición está ahí, incluso en los momentos más caóticos.
El Tarot: estructura y profundidad
El tarot llegó a mi vida en un momento en el que necesitaba respuestas claras. Como madre, el día a día puede ser abrumador, y el tarot me ofreció una estructura en medio de ese caos. Cada carta del tarot tiene un significado específico, y el mazo sigue un sistema que te lleva por un viaje profundo. Es como tener un mapa detallado cuando navegas por un territorio desconocido.
Recuerdo la primera vez que hice una tirada de tarot después de una noche sin dormir, preocupada por uno de mis hijos. Las cartas me dieron una visión que no había considerado, ayudándome a ver más allá de la situación inmediata. El tarot me ofreció una especie de sabiduría ancestral que me conectó con algo más grande, un recordatorio de que no estaba sola en este camino.
Cómo el Oráculo y el Tarot se complementan
Para mí, el oráculo y el tarot no están en competencia, sino que se complementan. El oráculo es mi confidente intuitivo, perfecto para esos días en los que necesito un poco de apoyo extra, mientras que el tarot es mi guía estructurada cuando necesito profundizar en una situación.
A lo largo de los años, he aprendido que no hay una respuesta única. Hay días en los que necesito la suavidad del oráculo y otros en los que la estructura del tarot es justo lo que mi corazón necesita. Ser madre y terapeuta me ha enseñado a aceptar esta dualidad, y me siento agradecida por tener ambas herramientas en mi vida.
Si alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre el oráculo y el tarot, espero que mi experiencia te ofrezca una perspectiva personal y útil. Ambas herramientas han sido una luz en mi camino, y quizás también puedan serlo para ti.
Con amor,
Esmeralda Andrés